Si enseñamos hoy como enseñábamos ayer, les estamos robando el mañana a los estudiantes

Una de las fortalezas de Progrentis es utilizar la nube para presentar rutas de trabajo que consisten en aplicaciones digitales cuidadosamente secuenciadas y dosificadas.

Estas rutas de trabajo permiten recolectar grandes cantidades de datos, o Big Data, que, al analizarse en tiempo real, muestran patrones en los resultados de cada estudiante, que luego pueden ser utilizados para personalizar sus rutas de aprendizaje.

Además, el feedback inmediato fomenta la metacognición y la autonomía de cada estudiante.

Las rutas de trabajo también permiten mejorar la motivación y el desempeño de los estudiantes a través del uso de mecánicas de tipo juego, o lúdicas. A su vez, cifran los datos para garantizar la privacidad de cada estudiante. La privacidad es un tema primordial, sobre todo si se considera que son estudiantes menores de edad.

Dime cómo evalúas y te diré cómo enseñas

La organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE), responsable de las pruebas PISA a nivel mundial, confirma que hemos pasado de evaluar el saber a evaluar el saber hacer.

Progrentis es uno de los instrumentos de evaluación más completos. Su ingeniería pedagógica observa y registra en bitácoras el trabajo completo de cada estudiante. A través de rúbricas, referencia cada actividad con más 200 objetivos de aprendizaje de ley del área de lengua y matemática, más de 100 destrezas y 7 competencias globales.

El sistema de alertas de Progrentis es una herramienta magnífica para identificar posibles problemas de aprendizaje en los estudiantes. Da aviso sobre los estudiantes que tienen unidades pedagógicas reprobadas y/o problemas en determinados ejercicios y destrezas.

El gran profesor, fuente de inspiración

La mejora en el desempeño y rendimiento de un estudiante está directamente relacionada con el compromiso del profesor en cada acción o proyecto educativo.

Progrentis ha sido diseñado para complementar al docente y liberarlo de la carga que conlleva diseñar actividades, corregirlas y elegir la ruta didáctica adecuada. El uso de la data que arroja la análitica permite que los profesores tomen decisiones pedagógicas más acertadas para las necesidades de cada uno de sus estudiantes.

Además, promueve el rol del docente convirtiéndolo en un motivador y analista pedagógico capaz de aplicar nuevas metodologías, como el aprendizaje basado en proyectos. La contextualización de las destrezas Progrentis en torno a estas metodologías eleva los estándares de aprendizaje significativo de los estudiantes.

Los objetivos de aprendizaje deben evolucionar junto con todo lo que rodea a los estudiantes 

Actualmente es indispensable reconocer la importancia que tiene entrenar destrezas y la capacidad de ponerlas en práctica, si lo que se busca es graduar estudiantes competentes en la era digital.

En Progrentis trabajamos los 4 principales objetivos de aprendizaje:

1. Destrezas atencionales: Quien no puede enfocar su atención, no aprende.
2. Destrezas para la investigación digital: Quien tiene dificultades para utilizar el Internet, no puede construir su propio aprendizaje.
3. Destrezas de comprensión 360: Quien no comprende, no puede darle sentido y significado a los datos para convertirlos en información, conocimiento y sabiduría.
4. Destrezas para la resolución de problemas: Quien no tiene la capacidad de encontrar soluciones a problemas nuevos, no puede adaptarse a un mundo que cambia de forma acelerada.

Si la enseñanza consiste en conseguir que el estudiante aprenda, es muy importante entender cómo funciona el cerebro

La neurociencia cognitiva confirma que cada cerebro puede adaptarse biológicamente a las circunstancias, es decir, a responder a los estímulos y generar nuevas conexiones neuronales (sinapsis).  Esto se conoce como neuroplasticidad.

En otras palabras, exponer al cerebro a nuevas actividades establece nuevas vías neuronales y la práctica repetitiva las fortalece hasta convertirlas en un reflejo. Los científicos se refieren a este proceso, que constituye el nivel de competencia más alto, como la «remodelación estructural del cerebro».

Esta es la base científica de la metodología Progrentis, catalogada como microaprendizaje. Artículos científicos documentan que establecer sin estrés, y con feedback inmediato, rutas de trabajo de pruebas prácticas (microtareas) ayudan a aprender mejor. Los estudios también afirman que, de esta forma, la mente llega a estados de metacognición ideales para el desarrollo de mejores destrezas.

Aprender, desaprender y reaprender

Los estudiantes de hoy deben ser capaces de reciclar su aprendizaje a la misma velocidad a la que avanza la tecnología. Deben trabajar con ella, no alrededor de ella. Por eso, es muy importante que la innovación de todo proyecto educativo busque formar:  

• Estudiantes autónomos: Utilizan la tecnología para establecer metas, trabajan para alcanzarlas, entienden el error como parte del proceso y utilizan su propia experiencia para autorregular y tomar conciencia de su mejora.
• Ciudadanos digitales: Entienden cuáles son sus derechos, responsabilidades y oportunidades de vivir, aprender y trabajar en un mundo digital interconectado.
• Innovadores críticos: Buscan respuestas a problemas creando soluciones nuevas, útiles y críticas mediante el uso eficiente de la información digital.
• Creadores de conocimiento: Seleccionan, comprenden, evalúan y sintetizan de manera crítica fuentes digitales en un conjunto que refleja su aprendizaje y la construcción de su propio conocimiento.
• Pensadores computacionales: Identifican problemas reales, trabajan con datos y utilizan procesos para automatizar soluciones y proponer respuestas.